24 de enero de 2014

TENGO LA RAZÓN

Os dejo aquí el enlace de una artículo que me parece muy interesante para reflexionar. Lo publicó el País la pasada semana.
Viene a decir que tener razón es una enfermedad crónica de la humanidad.
El disgusto que sentimos ante las ideas que no son afines es proporcional al grado de apego que tenemos a las propias o a la poca disponibilidad para cambiarlas. Cuanto más apego tenemos a una creencia, más disgusto sentiremos cuando nos enfrentemos a las contrarias. Es fácil deducir que no es la idea del otro lo que nos causa molestia, sino nuestro rechazo a aceptar puntos de vista diferentes. No es su creencia el problema, sino nuestra posición contraria a ella.

Me quedo con esta frase de Dean Rusk "una de las maneras de persuadir a los demás es escuchándolos"

Si queréis leer el artículo pinchar aqui.  http://elpais.com/elpais/2014/01/17/eps/1389963544_694044.html