26 de febrero de 2014

¿SOMOS OPTIMISTAS?

CURIOSIDADES


De nuevo os traigo un artículo para a reflexionar, a papas y profes.



Recientemente he leído un artículo que me ha parecido interesante y como los maestros ya empezamos a ser un poco psicólogos, merece la pena leerlo. Lo copio tal cual lo encontré, extraído de un curso que ofrecen en las universidades a los futuros docentes sobre Educación infantil ofrecido  por Open Universities Australia.
De acuerdo con el fundador de la psicología positiva, Martín Seligman, los niños son naturalmente optimistas. Nacen con un fuerte sentido de esperanza y una especie de inmunidad a sentirse impotente.
Los adjetivos que definen el optimismo son: Personal, generalizado y permanente.
Se podría decir: "Yo soy muy inteligente" o "Estoy muy fuerte"
Creo que estas frases os suena y que un niño las diga no quiere decir que sea "abundante" como decís en Almagro, sobre todo si estamos hablando de los más pequeños.
Y luego, se aplican los presentes estados a todo lo que hacen.

Por lo que podría llegar a la conclusión que no son más que buenos en todo y que en realidad van a ser así para siempre.Y actúan en consecuencia, como si estuvieran teniendo en cuenta esas declaraciones. Pero lo contrario, también es cierto: "no puedo recortar", "no sé dibujar eso" "no me va a salir".

¿qué podemos hacer para preservar este aspecto de su personalidad o errores de juicio correctas para su juicio?
¿No sería ideal que creciéramos con este optimismo?

                      La forma en que hablamos con ellos tendrá una influencia positiva o negativa en función de cómo lo hacemos. Opinión a parte tampoco ¿hablaríamos igual con un niño que con otro ante la misma situación?
 ¿qué le decimos a un niño cuando discute con su amigo, bien le rompe, estropea algo? ¿niño travieso? que quizá influya de una manera negativa en el niño,o, le decimos que no es propio de él, que él no suele comportarse así, ....
Como veis hace falta un poco de psicología, porque el exceso de alabanza también puede ser negativo.


Leeros este artículo  que está en inglés pero si lo abrís en google Chrome os lo traduce. Habla sobre como súper chicos inteligentes evitan actividades escolares que requerían esfuerzo sólo porque fueron criados con la idea equivocada de que ser inteligente supone que usted puede tener éxito en todo de forma automática y sin esfuerzo.
De su lectura sacamos una conclusión:
¿hay que alabar su esfuerzo o su inteligencia?
  ¿es lo mismo decir " muy bien, que inteligente o tienes que ser inteligente en esto?  o¿es mejor decir  "te has esforzado mucho"? 
                        Ser inteligente debe ser  una declaración sobre el potencial de los niños, no se trata de una calidad determinada. Algo que haría que los estudiantes se sientan bien acerca de la labor que están haciendo para lograr todos los desafíos.


Como veis es una buena reflexión y nos toca pensar como vamos a mantener o, a desarrollar su optimismo.